viernes, 13 de septiembre de 2013

Izet Hajrovic, héroe bosnio por un dia


Corría el minuto 77 en el estadio de Zilina en un partido en el que dos selecciones, Eslovaquia y Bosnia Herzegovina, se estaban jugando el estar o no en el mundial de Brasil. El partido se encontraba igualado a uno, con ambos equipos buscando el gol de la victoria, que en aquel momento podía caer del bando de cualquiera de los dos contendientes. En este preciso instante Safet Susic, técnico del cuadro bosnio, decidió tomar la controvertida decisión de sacar del campo al veterano Misimovic, campeón de la Bundesliga con el Wolfsburgo y uno de los grandes baluartes del conjunto balcánico, para dar entrada a un joven chico de 22 años llamado Izet Hajrovic.

Entonces, cuando apenas llevaba unos segundos en el terreno de juego, una jugada comenzada desde el lado izquierdo por parte del delantero del Stuttgart Ibisevic acabó, tras un ligero toque de este, en los pies del recién ingresado quien, sin pensárselo dos veces, se sacó un poderoso disparo con su pierna izquierda desde casi treinta metros, contra el que el meta eslovaco Ján Mucha no pudo hacer nada. Los de Susic se adelantaban en el marcador y la euforia recorría desde ese instante las gargantas de los miles de aficionados desplazados a Zilina, quienes celebraban junto a su joven ídolo un gol de valor incalculable.

Y no era para menos la euforia de los balcánicos, ya que este gol significaría el definitivo 1-2, que a falta de tan solo dos encuentros por disputarse, dejaba al cuadro bosnio líder de su grupo, empatado a puntos con Grecia, y con pie y medio en el próximo mundial de Brasil. Desde ese momento Hajrovic, héroe indudable de la hazaña, hizo que se encendieran varias alarmas en diversos lugares de Europa. De dónde procede ese Izet Hajrovic, cuál es su historia, dónde juega... En definitiva, quién es ese chico bosnio que ha permitido a su país, el cual nunca ha estado en una copa del mundo, tener la clasificación para el próximo Mundial de Brasil al alcance de su mano. 

Formación suiza junto a su hermano Sead

Izet Hajrovic nació en Brugg, un pequeño distrito perteneciente al cantón de Aargau, en Suiza. Pasó nueve años en la academia del Grasshopper, el que es su actual club y con el que ya lleva disputados más de 50 partidos, hasta que en la temporada 2009/10 dio en gran salto al primer equipo de la mano del míster Ciriaco Sforza. Una curiosidad a comentar sobre la vida de Izet es que en el año 2009 se encontraba formando parte de las categorías inferiores del Grasshopper junto a su hermano Sead, quien, con la ascensión de Izet al primer equipo, decidió separar su camino del club suizo para afiliarse a las filas del Arsenal. Cuatro años después Sead, el pequeño de los Hajrovic, tras un bagaje de apenas 10 encuentros en League One (tercera división inglesa) con el Barnet, donde permaneció un año cedido, decidió volver a casa a su equipo de toda la vida, el Grasshopper, donde ahora forma dupla con su hermano Izet.

La temporada pasada Izet consiguió meter al Grasshopper en las plazas que dan derecho a disputar la fase previa de acceso a la Champions League, de la que fue apeado este pasado mes de agosto por el Lyon, para más tarde volver a caer derrotado, esta vez de la fase de clasificación para la Uefa Europa League, por otro equipo poderoso de Europa como es la Fiorentina. En este último cruce frente al equipo italiano Hajrovic dejó grandes sensaciones, mostrándose como el jugador de mayor talento del combinado suizo y eje absoluto de todas las jugadas de ataque del mismo, que por lo general, solían acabar con disparo del joven bosnio.

Afiliación balcánica

A nivel internacional, Hajrovic es poseedor de una historia algo particular ya que, a pesar de haber nacido en Suiza, haber pasado allí su infancia y formar parte de las categorías inferiores del conjunto helvético, decidió defender los colores de la selección de Bosnia-Herzegovina, país de origen de su familia. Por los argumentos, podría parecer que nos encontramos ante una cuestión de adelantamiento por parte del equipo balcánico frente al cuadro centroeuropeo en convocar a Izet, sin embargo, la historia se torna algo más complicada. Esto se debe a que Hajrovic, habiendo debutado ya con la selección suiza en un choque amistoso, decidió que querría ser partícipe del equipo comandado por Susic. Tras recibir el correspondiente permiso de la FIFA para cambiar su nacionalidad deportiva, Hajrovic ya ha comenzado a jugar con el equipo bosnio, con el que lleva apenas dos encuentros disputados.

Así es Izet Hajrovic

En el apartado puramente analítico sobre Hajrovic hay que decir que se trata de un futbolista que recuerda bastante a su compatriota del Bayern Xherdan Shaqiri: zurdo, centro de gravedad bajo, muy veloz y con un gran tren inferior. Posicionalmente hablando, Hajrovic suele desenvolverse como extremo derecho, desde donde le gusta aproximarse al área rival mediante diagonales, aunque también se le puede ver jugar como segundo punta o incluso como hombre más adelantado, ya que dada su extraordinaria velocidad resulta una continua amenaza a la hora de ganar la espalda a la defensa rival.

Sin duda su mayor baza ofensiva, como ya demostró en Eslovaquia, es su portentoso disparo con su pierna izquierda, ya sea a balón jugado o en jugada de estrategia, desde donde ya ha dado grandes credenciales de lo que es capaz de hacer en la Super League suiza. Aparte de esto, Izet es un jugador velocísimo con un dominio del esférico envidiable, capaz de cambiar de velocidad repentinamente en un corto periodo de espacio-tiempo. Posiblemente, la única pega de Izet sea que, como otros tantos jugadores que militan en su posición, se trate de un futbolista algo individualista, que suele conducir el balón en demasía, fruto quizá de la importancia de la que se sabe poseedor en el equipo suizo o confiado de lo peligroso que resulta su tremendo golpeo de balón.

Su gol frente a Eslovaquia le ha catapultado de repente a las agendas de infinidad de clubes europeos, algo que, sumado a su corta edad y sus grandes condiciones, hacen de Hajrovic un jugador muy a tener en cuenta en un futuro no muy lejano. Sin embargo, aún le queda el camino más difícil e incierto, por lo que sus próximos años dilucidarán cuál es realmente su categoría. Una cosa sí es segura: si Bosnia finalmente acaba metiéndose en el mundial de Brasil, Hajrovic siempre será recordado por muchos años como aquel chico que, en su segundo partido oficial como internacional bosnio, consiguió vencer en Zilina y sellar casi de forma definitiva el pase al primer mundial de un país que apenas cuenta con cuatro millones de habitantes.