Con una
nueva jornada de selecciones asomando a la vuelta de la esquina, Joachim Löw,
seleccionador del combinado alemán, dio a conocer la ista de
convocados para los partidos que enfrentarán al cuadro teutón con las
selecciones de Irlanda del Norte y Suecia respectivamente. En esa lista, Löw ha
incluido a un total de seis teóricos defensas, entre los que se encuentra el
jugador del Bayern de Múnich Philipp
Lahm. A pesar de que hasta aquí todo pueda parecer normal, el
asunto se presenta algo más complicado si se tiene en cuenta un factor tan
importante como que Lahm,
protagonista principal de este artículo, lleva desde el mes de agosto jugando como volante de
contención.
La situación de Ramos
Para
contextualizar, hay que recordar una situación que se dio no hace mucho tiempo
en la selección española, que prácticamente todo el mundo recuerda, y la cual
viene muy al caso para tratar este tema. Se trataba de la posición de Sergio Ramos,
titular indiscutible en el lateral derecho tanto en su club como en la
selección quien, con
la llegada de Mourinho, abandonó ese carril diestro para pasar a jugar como defensa
central, formando pareja en aquel entonces con Pepe. Esta
decisión, muy controvertida en sus inicios, no tardó en dar sus frutos y el camero pronto comenzó a mostrarse
como el central seguro y portentoso que es hoy en día,
poniendo así en jaque la disposición de la línea de cuatro de los de Vicente
del Bosque.
A pesar
de que Ramos pasaría un tiempo alternando posiciones en el club y la selección,
circunstancia con la cual el propio jugador mostró no tener ningún problema,
los problemas físicos continuados de Puyol unidos a la mejoría en el rendimiento
del de Camas en el centro de la zaga acabaron por decantar la balanza en favor
de la nueva opción. Desde aquel entonces, el sevillano comenzó a formar una
novedosa pareja
de centrales con Piqué, la cual, a la larga, se ha convertido
en una de las más
fiables y envidiadas del panorama futbolístico europeo.
Balón al tejado de Löw
Volviendo
ya al caso Lahm, se podría decir que es una cuestión un poco más complicada que
aquella, si bien por aquel entonces Ramos era un jugador aún en proceso de
progresión, muy al contrario de lo que ocurre con el alemán, quien a sus casi
30 años y con un largo historial de partidos a sus espaldas, parece no tener
demasiados aspectos de su juego que pulir. En el Bayern comenzó a jugar como mediocentro por
una cuestión de urgencia, ya que en ese momento la enfermería
del conjunto bávaro se encontraba repleta de centrocampistas, siendo la
reconversión del lateral una de las pocas opciones viables. Sin embargo, con
la recuperación
de muchos de esos jugadores, Lahm ha seguido ocupando un puesto en ese
mediocentro junto a Schweinsteiger y Kroos, cumpliendo a la
perfección una función que recuerda mucho a la de Busquets en el Barcelona,
incrustándose entre los dos centrales para dar salida al esférico.
En esta
vuelta al primer plano de las selecciones, todo hace indicar que se podrá
volver a ver a Lahm recorrer incansablemente ese carril derecho, opción que
parece más lógica no solo por la alta competencia en esas posiciones (aunque
Khedira, su mayor rival por el puesto en cuanto a funcionalidad, no ha empezado
excesivamente bien el año), sino también por la falta de un jugador de
garantías que ocupe su lugar en el lateral. Aun así, quién sabe si en un
futuro, un abrumador
aumento en sus prestaciones como mediocentro, unido a la eclosión de alguno de los jóvenes
talentos defensivos de la cantera teutona como Tony
Jantschke, pudieran dar con un Lahm titular indiscutible del mediocentro de
la mannschaft,
en lo que sería una fiel reproducción de aquel caso Ramos.
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